Nuestra Identidad

“Reflejemos la luz de Cristo con la audacia, creatividad y santidad de nuestros padres fundadores.”

El Colegio Nuestra Señora del Milagro es una comunidad educativa católica dominicana, perteneciente a la Congregación de Hermanas Dominicas Argentinas del Santo Rosario, que participa de la misión evangelizadora de la Iglesia. Está integrada por alumnos, padres, personal docente, personal no docente, equipo de conducción y comunidad religiosa; abierta a toda familia que comparta y respete nuestro proyecto educativo.

Abrió sus puertas en el año 1927, por decisión de la Madre Rosaura Puebla, como respuesta a las necesidades educativas de la comunidad, ofreciendo, en ese momento, escolaridad primaria. Actualmente ofrece los tres niveles. Inicial, Primario y Medio.

Esta comunidad está inspirada en el ideal y espíritu del fundador de la orden, Padre Santo Domingo de Guzmán.

Sus cuatro pilares son:

  • Vida en comunidad.
  • Oración.
  • Estudio.
  • Predicación.
Padre Agustín Ferreiro (O.P.) Orden de Predicadores (1838-1918)
Padre Agustín Ferreiro, (O.P.) Orden de Predicadores (1838-1918)
Madre Rosaura de la Santísima Trinidad Puebla (O.P.) (1858-1924)
Madre Rosaura de la Santísima Trinidad Puebla (O.P.) (1858-1924)

 

Cómo nos definimos:

Somos una comunidad educativa de confesión católica dominica, fundada por la Madre Rosaura Puebla y el Padre Agustín Ferreira; que participa en la misión evangelizadora de la Iglesia; abierta a toda la familia que comparta nuestro proyecto pedagógico.

Nuestros objetivos:

  • Ser un centro de saber que estimule y promueva la búsqueda de la verdad y los valores desde una visión cristiana del hombre y de la vida.
  • Ser una comunidad que aliente el clima fraterno, aceptando las diferencias individuales de los alumnos en términos de sus capacidades e intereses.
  • Ser un centro solidario con las necesidades de los otros, fomentando la esperanza en un mundo mejor a partir de nosotros.

Nuestro carisma

  • Vida en fraternidad.
  • Profundidad en la búsqueda y anuncio de la Verdad.
  • Actitud solidaria.
  • Espíritu de alegría y sencillez evangélica.
  • Ambiente comunitario de apertura, diálogo y participación democrática.
  • Ardor apostólico en la misión.
  • Comunión e inserción eclesial.